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Número 13. Abril de 1999.


La Jota Aragonesa

 

La jota es un fenómeno universal, si bien es en Aragón donde tiene mayor arraigo, destacando de un sin fín de recursos folclóricos: auroras, bailes, dances, contradanzas, albadas, tonadillas, romances, gozos sacros y profanos, cantos y villancicos. Hay una copla que dice: ·" La jota nació en Valencia / y se crió en Aragón. / Calatayud fué su cuna / en la orilla del Jalón".·. Se habla pués de unos orígenes un tanto dudosos, ya que esta copla se basa en una leyenda que los investigadores aseguran falsa:" El moro Aben-Jot (desterrado de Valencia), llega a Calatayud y da a conocer una melodía de su invención, a la que dieron el nombre de jota. · "La jota se llama jota, / porque la inventó Aben-Jot / y se llama aragonesa, / porque aquí se bautizó."·.  Estampa típica Todo es falso, porque la voz ·jot· no existe en árabe clásico como nombre común ó apellido y ·aben· significa ·hijo· ó ·descendiente·.

Existen muchas discrepancias acerca del origen de la jota y su antigüedad parece no remontarse más atrás del siglo XVII. Ribera Tarragó, asegura que la jota y todos los aires regionales, tienen su fuente en las cantigas de Alfonso X El Sabio, aunque una autoridad en el tema, como Demetrio Galán Bergua, sostiene que ·los sueños de Ribera, carecen de toda consistencia·. Hasta hay alguien que afirma que la jota tiene inspiración canaria.

El nombre de jota, aparece entre las postrimerías del siglo XVII y comienzos del XVIII. Hasta entonces, ni en El Quijote de Cervantes, que hace referencia a 17 danzas, se menciona a la jota; ni tan siquiera cuando sus héroes llegan a la Ínsula Barataria (en las proximidades del Ebro, -Pedrola y Alcalá-). Para Galán Bergua sin embargo, existe la jota -aunque sin ese nombre-, desde el siglo XVII por lo menos, y lo prueba con el villancio fechado en 1666 ·De esplendor se doran los aires· (original de Ruiz de Samaniego, maestro de capilla del Pilar) , que tiene ciertas características de jota. Por lo que respecta a la raiz del vocablo, hay quien lo relaciona con la palabra árabe ·xotah·, que significaría saltar, brincar rítmicamente. Este vocablo, nos remite al Arcipreste de Hita, que emplea el verbo sotar en el ·Libro de los Cantares·. Pero la palabra jota, del modo que la conocemos hoy, se halló consignada por primera vez, en un manuscrito de fines del siglo XVII, procedente de Avila, que se titulaba ·Cifras para Arpa· y que en el folio 25, encabezaba este título: ·La Jota·. De cualquier modo, el origen sigue siendo un oscuro misterio. El maestro Bretón, allá por el 1890, aseguraba tras detenidos estudios de la jota (cuando escribió ·La Dolorosa·), que era muy distinta a la música árabe, pues el aire de la jota, es noble, franco, enérgico, amatorio y su modo es mayor. Mientras que los aires derivados de la influencia islámica, son blandos, sentimentales, muelles, de melodia curva y los tonos son menores. No obstante, parece forzoso admitir que la jota tiene algún estrecho vínculo con la música árabe. Sea cual fuere el origen de la jota, es Calatayud ( con o sin razón ) quien se considera cuna de la jota cantada. En contra de esto, se alza Martínez Torner, quien afirma que la jota procede de Andalucia, entroncándola con el fandango. Otros, como Ricardo del Arco, insinúa que las coplas que se cantan al alba, ciertos dias del año, son la persistencia de la poesía épico-religiosa de ciertas tribus íberas. El Historiador Miguel Mitjana, aun llega más lejos y habla de vestigios íberos, vascos, góticos y orientales. Para Tomás Bretón, si la jota no proviene del fandango, lo hace de Italia, de ·El Carnaval de Venecia·, de igual factura técnica. Para Antonio Beltrán, la jota jamás fué anterior al siglo XVII, iniciándose su expansión en el XVIII y en el XIX, se difunde por toda España. Para él, lo que hoy conocemos como jota aragonesa, es fruto de una larga evolución musical que no se concreta hasta bien entrado el siglo XVIII; no es arriesgado aceptar vinculaciones arábigo-andaluzas, que es lo mismo que aceptar entroncamiento con lo bizantino y persa. Podemos concluir, asegurando que sigue persistiendo pues la duda sobre el origen y antecedentes históricos.



Número 13. Abril de 1999.


Era necesario encontrar la primera partitura de la jota, para poder datar su nacimiento. Esa labor fué auspiciada por Juán Bautista Bastero Beguiristain, presidente de la Comisión de Festejos del Ayuntamiento de Zaragoza, en aquel entonces. El hallazgo se produjo en 1946, en el archivo musical de la Basílica del Pilar, donde se encontraban varios villancicos dedicados a la Virgen del Pilar, compuestos por Josep Ruyz de Samaniego que, fué nombrado maestro de capilla del Pilar el 27 de Septiembre de 1661. La búsqueda fué recomendada a Gregorio Arciniega, maestro de capilla en 1940; tras ardua labor, revisando cientos de legajos polvorientos, dió su fruto cuando apareció una partitura vieja, de escritura antigua, titulada "De esplendor se doran los ayres" firmada por Samaniego en 1666. Presentaba los compases característicos de la jota; ¡ era la misma jota !, con los 16 primeros compases que dan la entrada a la canción. El maestro Arciniega hizo una acertada transcripción a la notación moderna, con dos coros y solistas, y orquestación, siendo fiel al original que respetó en toda su peculiar fisonomía. La versión de tan preciada obra, se dió a conocer en la Fiesta de Exaltación del Folclore Aragonés, en la noche del 12 de Octubre de 1946, por el Orfeón Donostiarra y la Orquesta Sinfónica de Zaragoza. A efectos musicales, no existe otro documento más válido. La letra dice así: " De esplendor se doran los aires / y el cristal del Ebro se argenta, / que a media noche un sol / su curso empieza. / Las luces se avecinan, / se ahuyentan las tinieblas, / el prado ostenta flores, / el Cielo esconde estrellas". La letra es de autor desconocido.

Anterior al canto de la jota, está el baile.  Bailando una jota Con el acompañamiento del baile, se fué completando la evolución del folclore. Andrés Cester Zapata indica que dentro de las distintas trayectorias que desde sus orígenes siguieron las danzas y bailes (religiosos, pírricos, nacionales, importados, cortesanos, etc., ..), son los religiosos o sagrados los que más influencia han podido tener en relación al origen de la jota. Se sabe que las primeras danzas estaban destinadas a festejar al Ser Supremo. Los egipcios y hebreos festejaban a sus divinidades, con el baile. Luego, lo adaptarían para sí los griegos. Podemos asegurar que también los íberos tenían bailes sagrados. Esta costumbre se fué introduciendo en el culto cristiano, sobre todo, desde el siglo IV, llegando a imponerse la danza, en los ritos y ceremonias de la iglesia, persistiendo durante siglos. Por alguna causa, estas danzas sagradas, degeneraron, por lo que el Papa Zacarías (año 774) prohibe bailar en el interior de los templos. Esta no fué la única ocasión, pues a lo largo de la historia son múltiples las veces en que se prohiben los bailes delante de imágenes o en el interior de las iglesias, lo que da la medida del grado de arraigo en las costumbres del pueblo. Parece lógico, que ante estas prohibiciones, el pueblo tome alguna de estas danzas y la adapte al uso y costumbre del sentimiento popular. Esto explicaría la coincidencia de formas y métodos en algunas comarcas, diferenciándose únicamente por pequeños detalles de la localidad. Parece indudable pues, que el pueblo acoge la jota en su seno, y que la gaita y la dulzaina han sido los instrumentos que han acompañado a esta costumbre.

Con toda probabilidad, la jota estaba en la calle en 1828, cuando Fernando VII y su esposa realizaron su segunda visita a Zaragoza.También sabemos de la fuerza conque se manifestó a raiz de los Sitios de Zaragoza. La jota en el Altoaragón, es brío y austeridad. Destaca entre ellas, la de San Lorenzo. En el Somontano es ágil, mientras que en la montaña, es más reposada. En Ansó y Hecho, tiene connotaciones amorosas: es el bailador el que ronda a la bailadora, haciendo rodeos; pero llega un momento en que incluso ambos danzan cogidos de la cintura. La bailadora es de todo punto pasiva, mientras que el bailador procura llamar la atención de la mujer, para conquistarla con su baile. Alfonso Zapater Cerdán, siempre ha dicho que la jota es requiebro, conquista amorosa y también reto y desafío; con ello se explican los rodillazos y desplantes, al mismo tiempo que la bizarría.


Bibliografía. * "Historia de la Jota Aragonesa" de Alfonso Zapater



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