Vigila
desde su otero
carretera en el Somontano
Lugar de la provincia de Huesca,
perteneciente al municipio de Angüés. Tiene unos 59 censados
en 1999. La altitud es de 519 metros sobre el nivel del mar.
Dista de Huesca apenas 19 kilómetros. Gentilicio: velillense.
En lo alto del monte se alza la ermita de San Bartolomé, dominando el paisaje;
abajo, en la falda, buscando ya la llanura, se recuesta el caserío de Velillas,
agrupado en torno a su iglesia parroquial.
El topónimo cambió de ortografía según las épocas: entre 1495 y 1609 fue Belillas;
en 1646, Velillas; desde 1713 hasta 1797 apareció nuevamente escrito con b, y desde
1957 ya ha aparecido escrito Velillas.
El lugar se sitúa entre Siétamo y Angüés, a
la izquierda de la carretera que va de Huesca a Barbastro, y deja ver su caserío
al pie del monte que corona la ermita. Las casas responden a la arquitectura popular
de la zona y muchas de ellas son de adobe: otras, de tapial, y las menos, de ladrillo.
Algunas muestran sus fachadas encaladas.
Velillas fue sobrecullida, vereda
y corregimiento de Huesca, hasta 1834, que formó Ayuntamiento.
Posteriormente, en 1960-1970, se unió a Angüés, aunque mantiene
un censo de 59 habitantes. En el siglo XV reunía 16 ruegos,
y en 1797 censó 30 vecinos. A mediados del siglo XIX tenía 30
casas y 185 almas. Llegó a principios del siglo XX con medio
millar de habitantes. Su proceso emigratorio ha seguido, en
cierto modo, los mismos índices registrados en poblaciones semejantes.
Velillas tiene un castillo, del
que quedan algunos restos en la cima del monte que se alza sobre
el caserío. Tanto es así, que el 3 de Mayo de 1093 el rey Sancho
Ramírez de Aragón dio al monasterio de San Ponce de Tomeras
el castillo de Velillas. Esta donación fue ratificada por Pedro
I el 8 de Mayo de 1097. En el siglo XVII (1665), el lugar pertenecía
a la Universidad de Huesca.
|
La iglesia parroquial está dedicada
a San Martín obispo y es obra del siglo XVII (renacimiento),
de una nave de cuatro tramos, cubierta por bóveda de lunetos.
Presenta capillas en los estribos. En el siglo XIX contaba ya
con cinco altares. La torre se alza a los pies, de planta cuadrada.
La ermita de San Bartolomé, en
lo alto del monte, consta también de una nave de cuatro tramos,
separados por arcos apuntados; se trata de una construcción
de la misma época que la parroquial. Existe otra ermita dedicada
a Santa Bárbara -Madoz cita asimismo la de San Ponz-, de una
nave con tramo único, que fue mantenida en ruinas.
Velillas celebra sus fiestas patronales
en honor de San Bartolomé, el día 24 de Agosto. Antes honra
también a San Isidro, el 15 de Mayo.
El lugar no se mantiene ajeno a la
promoción turística y residencial, de modo que acorde
con los tiempos hoy, aunque tímidamente, luce alguna construcción
moderna unifamiliar. Dispone de Ayuntamiento y pista de futbol, además
de su característica iglesia..
Desde la Nacional 240, ya nos tienta la visita que apenas nos tomará unos minutos.
§§§§§§§§§§----------------
|