Rey
de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Conde de Barcelona
Rey de Castilla y de León
Fernando II de Aragón, el Católico,
nació en Sos del Rey Católico el día 10 de Marzo
de 1452 (falleció en Madrigalejo, 23 de Enero de 1516).
Fue rey de Aragón y de Castilla (como Fernando V) e hijo de
Juan II el Grande y de su segunda esposa Juana Enríquez. Así
mismo, fue rey de Aragón entre los años 1479 y 1516. Rey de
Castilla entre 1474 y 1504 y también regente de la corona castellana
entre 1507 y 1516 -debido a la inhabilitación de su hija Juana-
tras la muerte de Felipe el Hermoso. Rey de Sicilia (1468-1516)
y de Nápoles (1504-1516).
Por deseo de su madre, Fernando nació
en territorio aragonés, ya que se encontraba en Navarra (en
las disputas de sucesión entre su hijastro Carlos y su esposo
Juan II) y se desplazó hasta el caserón de Sada, sito en la
frontera con Navarra, de la villa de Sos. Reconocido heredero
de la corona aragonesa a la muerte de su medio hermano, Carlos,
príncipe de Viana (1461), fue coronado como Rey heredero de
Aragón en Calatayud; se le nombró lugarteniente general de Cataluña
(1462), y en 1468, rey de Sicilia.
Durante la guerra civil catalana (1462 - 1472),
en la que tomó parte activa, se familiarizó con la administración
del estado a instancias de su padre. Al morir su primo, el infante
Alfonso de Castilla (1468) y ser reconocida por la mayor parte de
la nobleza la infanta Isabel -su prima y medio hermana de Enrique
IV de Castilla- como heredera de Castilla, su padre Juan II puso su
empeño en conseguir el matrimonio de Fernando con la princesa castellana,
que se produjo en Octubre de 1469, en Valladolid. Sin embargo, a la
muerte de Enrique IV (1474) empezó una guerra civil entre los partidarios
de Isabel y los de la hija de Enrique, Juana de Trastamara, apodada
la Beltraneja, apoyada por el rey de Portugal, Alfonso V el Africano,
que pretendía casarse con ella, uniendo las coronas de Castilla y
Portugal. Fernando, tras arduas discusiones con la recelosa nobleza
castellana, consiguió ser proclamado coregente de Castilla con los
mismos derechos que Isabel mediante la Concordia de Segovia (1475).
Fernando participó activamente en la dirección militar de esta guerra,
a cuyo resultado contribuyó de una manera definitiva, sobre todo con
la victoria en la primera batalla de Toro (1476). De 1476 a 1477 fue
administrador de la Orden de Santiago.
La guerra terminó con la derrota de
Juana. Por el Tratado de Alcáçovas (1479), Juana renunció al
trono en favor de Isabel y se recluyó en un convento de Coímbra,
convirtiéndose Isabel I en reina indiscutida de Castilla. Ese
mismo año, (20 de Enero de 1479) Fernando sucedió a su padre
como rey de Aragón. Pero fue en el año 1475 cuando puede fijarse
la unión de ambas coronas según los términos de la Concordia
de Segovia (corroborada más tarde en el Concordia de Calatayud
del año 1481) por los cuales Fernando fue nombrado rey de Castilla
como Fernando V, reinando junto con su mujer la reina Isabel
I, uniendo así ambas coronas. Sin embargo, la reina Isabel I
de Castilla no pudo ser nombrada de iure (de derecho) reina
de Aragón, pues la ley sálica de dicho reino se lo impedía.
Por ello, Isabel fue reina consorte de Aragón.
Tras dictar las primeras medidas de
ordenamiento interno de sus reinos (en 1480 se institucionaliza
la figura del corregidor; en 1481 se crea la Inquisición en
Castilla; se sanciona a los nobles rebeldes y se reorganiza
la hacienda real), los reyes emprendieron en 1481 la conquista
del Reino nazarí de Granada. A través de las dificultades de
esta guerra (1481 - 1492) -fundamentalmente de asedio- el rey
Fernando fue revelando sus dotes diplomáticas y militares. La
guerra terminó con la capitulación de Granada el 2 de Enero
de 1492. La conquista del último reducto musulmán en la península
otorgó a los reyes un prestigio que ayudó a consolidar la autoridad
real. En los reinos de la Corona de Aragón, Fernando no modificó
el sistema político tradicional (que dificultaba la concentración
de poder en manos del rey), y puso fin en sus Estados al problema
de los remensas catalanes mediante la abolición de los malos
usos y la consolidación de los contratos de enfiteusis (sentencia
arbitral de Guadalupe, 1486).
Introdujo en Castilla las instituciones
aragonesas de los consulados (como el Consulado del Mar, de
Burgos) y los gremios, favoreciendo de este modo el desarrollo
económico castellano, especialmente el comercio de la lana.
En el aspecto religioso, llevó a Castilla la Inquisición (presente
en Aragón desde 1249) y reformó el programa de su esposa, sentando
las bases del Estado moderno al introducir la uniformidad religiosa:
decreto de expulsión de los judíos del 3 de Marzo de 1492 -salvo
bautismo- y conversión forzosa de los moriscos granadinos en
1503, a los que la reina había garantizado el derecho a la libertad
religiosa tras la capitulación del reino de Granada.
A partir de 1492, Fernando centró su
actividad en la tradicional expansión aragonesa hacia Oriente,
principalmente Italia y el norte de África. Mediante el tratado
de Barcelona (1493), recuperó el Rosellón y la Cerdaña (ocupados
desde 1463 por Francia). En Italia, para oponerse al intento
francés de anexionarse el Reino de Nápoles y Sicilia, organiza
la Liga Santa (1495), su primer gran éxito diplomático internacional.
Los éxitos en las campañas militares (en las que el ejército
del rey era dirigido por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran
Capitán) y la astucia del rey permitieron expulsar a la dinastía
reinante del Reino de Nápoles y Sicilia y, en 1504, a los franceses,
con lo que Nápoles se sumó a las posesiones de la corona. El
papa Alejandro VI -que a pesar de ser de originario de los territorios
de la Corona de Aragón, no tenía buenas relaciones con él porque
temía que en sus afanes territoriales quisiera incluir parte
de los estados pontificios- les concedió el título de Reyes
Católicos a Fernando y a su mujer, la reina Isabel I de Castilla
mediante la bula papal "Si Convenit" del 19 de Diciembre
de 1496. Dicho título fue heredado por los descendientes en
el trono (tanto austrias como borbones), poseyéndolo actualmente
el rey Juan Carlos I de España.
En el norte de África, se mostró contrario
a ocupaciones a gran escala y restringió sus acciones a la ocupación
de algunas plazas litorales del Mediterráneo, como por ejemplo
Orán. Mientras todo esto ocurría en Europa, el descubrimiento
de América y la rápida ocupación y explotación de las tierras
americanas iban fortaleciendo la posición internacional de los
Reyes Católicos.
A la muerte de Isabel (1504),
Fernando proclamó reina de Castilla a su hija y tomó las riendas
de la gobernación del reino acogiéndose a la última voluntad
de Isabel la Católica. Pero el marido de Juana, el archiduque
Felipe no estaba por la labor de renunciar al poder y en la
concordia de Salamanca (Noviembre de 1505) se acordó el gobierno
conjunto de Felipe y la propia Juana, como reyes, actuando Fernando
como gobernador. Previamente, Fernando había neutralizado el
apoyo francés a su yerno Felipe por el Tratado de Blois, y se
había casado con Germana de Foix, sobrina del rey Luis XII.
El 19 de Octubre de 1505, a los 18
años de edad, Germana se casó por poderes con Fernando II de
Aragón, de 53 años, viudo de Isabel la Católica desde hacía
casi un año. En los pactos, el rey de Francia cedió a su sobrina
los derechos dinásticos del reino de Nápoles y concedió a Fernando
el título de rey de Jerusalén, derechos que retornarían a Francia
en caso de que el matrimonio no tuviese descendencia. A cambio,
el Rey Católico se comprometió a nombrar heredero al posible
hijo del matrimonio. El matrimonio levantó las iras de los nobles
de Castilla, ya que lo vieron como una maniobra de Fernando
el Católico para impedir que Felipe el Hermoso y Juana I heredasen
la Corona de Aragón. Con ella tuvo, en 1509, otro hijo, Juan,
que de no haber muerto a las pocas horas de nacer, se habría
convertido en rey de Aragón.
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En 1506, llegó el matrimonio de Juana
y Felipe a la península y pronto se manifestaron las malas relaciones
entre el yerno (apoyado por la nobleza castellana, que formaron
el grupo felipista) y el suegro (apoyado por los representantes
de las ciudades, que formaron el grupo aragonés) de modo que
por la Concordia de Villafáfila (1506), Fernando se retiró a
Aragón y Felipe fue proclamado rey de Castilla en las Cortes
de Valladolid, con el nombre de Felipe I. Pero el 25 de Septiembre
de ese año muere Felipe I el Hermoso, y ante la incapacidad
de la reina Juana, el Cardenal Cisneros tomó temporalmente la
responsabilidad del poder como Presidente del Consejo de Regencia
de Castilla hasta la vuelta de Fernando. Cuando éste regresó,
encerró a su hija de por vida en Tordesillas y gobernó como
regente en Castilla dejando el gobierno de Castilla al Cardenal
Cisneros (Concordia de Burgos de 1507).
Como hijo de Juan II intervino
de forma activa en la Guerra Civil de Navarra, con la introducción
de tropas castellanas en el interior del Reino de Navarra, hasta
que en 1512 y con la excusa de apoyar al bando beamontés realizó
de forma abierta la Conquista de Navarra con las tropas castellanas,
al mando del duque de Alba. Para controlar el reino y dentro
de las medidas diplomáticas, se reunieron las Cortes de Navarra
el 23 de Marzo de 1513, en una asamblea a la que solo acudieron
beamonteses, para que le dieran su apoyo, que consiguió, tras
prometer respetar todos los derechos del Reino. Por ello, los
procuradores le juraron obediencia como «Católico rey don Fernando,
rey de Navarra nuestro señor de aquí en adelante...». El 7 de
Junio de 1515, las Cortes castellanas reunidas en Burgos, sin
presencia de navarros, aceptaron la incorporación del Reino
de Navarra a la Corona de Castilla propuesta por el rey Fernando.No
obstante, la guerra para controlar el reino se prolongaría hasta
1524, reinando su nieto, Carlos I.
En su testamento, dejó todas
sus posesiones a su hija. Y en el puesto de ella debía asumir
el gobierno y la regencia de los reinos de Castilla y Aragón,
su nieto Carlos de Gante, futuro Carlos I. Hasta su llegada,
nombró a su hijo natural Alonso de Aragón regente de los reinos
de la Corona de Aragón y al Cardenal Cisneros, regente de Castilla.
Murió el 23 de Enero de 1516 en Madrigalejo (provincia de Cáceres),
cuando iba a asistir al capítulo de las órdenes de Calatrava
y Alcántara en el Monasterio de Guadalupe.
En su testamento dejó legados a determinados
sirvientes, a su hijo natural Alfonso de Aragón, a su nieto Fernando
y a su esposa Germana de Foix. Expresó así mismo su voluntad
de ser enterrado en la Capilla Real de Granada, junto a su primera
esposa, Isabel de Castilla.
La causa de su muerte pudo estar
relacionada con el abuso de cantárida, que en aquellos tiempos
se utilizaba como un afrodisiaco, en un intento por lograr un
heredero varón con su esposa Germana de Foix.
Su padre negoció en secreto el
matrimonio de Fernando con Isabel, recién proclamada Princesa
de Asturias y, por tanto, heredera al trono de Castilla y León.
Las conversaciones fueron secretas debido a que Fernando estaba
prometido con la hija de don Juan Pacheco, preferido del rey
castellano Enrique IV. Isabel era proclive a este matrimonio,
pero había un problema canónico para este enlace: los contrayentes
eran primos (sus abuelos eran hermanos). Necesitaban, por tanto,
una bula papal que autorizara los esponsales. El Papa, sin embargo,
no llegó a firmar este documento, temeroso de atraerse las antipatías
de los reinos de Castilla, Portugal y Francia.

Finalmente el 19 de Octubre de 1469,
Isabel contrajo matrimonio en el Palacio de los Vivero de Valladolid
con Fernando, rey de Sicilia y Príncipe de Gerona. Esto le valió el
enfrentamiento con su hermanastro, que llegó a paralizar la bula papal
de dispensa por parentesco entre Isabel y Fernando. Finalmente, el
1 de Diciembre de 1471, Sixto IV emitió la bula que dispensaba al
matrimonio de sus lazos de consanguinidad.
Con su mujer Isabel I la Católica
casado el 19 de Octubre de 1469, tuvo 6 hijos:
  - Isabel (1470 - 1498),
Princesa de Asturias (1497 - 1498); contrajo matrimonio con
el infante Alfonso de Portugal, pero a su muerte contrajo nuevo
matrimonio con el primo del fallecido Manuel, que sería rey
de Portugal con el nombre de Manuel I. Murió en el parto de
su hijo Miguel de Paz.
  - Juan (1478 - 1497). Príncipe
de Asturias (1478 - 1497). Contrajo matrimonio con Margarita
de Austria (hija del emperador germánico Maximiliano I de Habsburgo).
Murió de tuberculosis.
  - Juana I de Castilla (6
de Noviembre de 1479 – 1555). Princesa de Asturias (1500–1504),
Reina de Castilla (1504 – 1555) con el nombre de Juana I. En
1496, contrajo matrimonio con Felipe el Hermoso de Habsburgo
(también hijo del emperador Maximiliano I). Con él entró una
nueva dinastía en España -la de los Habsburgo- que formaban
la Casa de Austria. En 1500, fue por segunda vez madre de su
primer hijo varón, el futuro Carlos I, quien la sucedería y
sería también Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como
Carlos V. En 1503, dio a luz a Fernando, sucesor de Carlos en
el Sacro Imperio como Fernando I, y restauró la rama austríaca
imperial de la Casa de los Austrias. Mentalmente afectada por
la muerte de su marido, fue recluida por su padre Fernando en
Tordesillas, donde murió.
  - María (1482 - 1517).
Contrajo matrimonio con el viudo de su hermana Manuel I de Portugal
y fue madre de Juan III y de Enrique I el Cardenal, sin olvidar
a la que sería la futura emperatriz Isabel de Portugal, esposa
de su sobrino Carlos I de España.
- Catalina (1485 - 1536).
Contrajo matrimonio con el príncipe Arturo de Gales y tras la
muerte de éste, con su hermano, que sería Enrique VIII; por lo tanto
se convirtió en reina de Inglaterra. Fue madre de la reina María
I Tudor.
- Pedro de Embasaguas (1488
– 1490), el Infante. Falleció al poco de haber nacido.
Con su segunda mujer Germana
de Foix, sobrina de Luis XII de Francia, casado el 19 de Octubre
de 1505 en Blois:
  - Juan (3 de Mayo de 1509). Murió
unas horas después de nacer.. Príncipe de Gerona.
  Con Aldonza de Ivorra, noble catalana
de Cervera, tuvo dos hijos bastardos:
  - Alonso (o Alfonso) (1470
- 1520). Prelado español, abad del Monasterio de Montearagón
desde 1492 a 1520, arzobispo de Zaragoza y virrey de Aragón.
  - Juana (¿? - ¿?). Segunda
esposa de Bernardino Fernández de Velasco III, conde de Haro
y VII condestable de Castilla. Fueron padres de Juliana Ángela
de Velasco y Aragón, casada con su primo hermano, Pedro Fernández
de Velasco, conde de Haro.
  Otros hijos bastardos
  - María (¿? - ¿?), abadesa
de Nuestra Señora de Gracia el Real de Madrigal, Ávila.
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