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Monzón: su castillo
Es uno de los castillos
levantados en España por las órdenes militares que mejor conservan su primera
estructura conventual. Además, es un caso curioso de disposición dispersa, similar
a los construidos durante las Cruzadas en Tierra Santa.
Su aspecto exterior es la de fuerte moderno, a raíz de las
remodelaciones realizadas durante las guerras de Sucesión e Independencia, con
grandes baluartes muros de ladrillo y casamatas para piezas de artillería.
El castillo antiguo se asienta sobre la plana meseta
del cerro. La entrada está al sureste, bajo una bóveda de ladrillo, flanqueada
por dos edificios medievales. Interiormente está compuesto de cinco recintos
independientes asentados sobre una superficie triangular: tres torres, una capilla
y la llamada sala de los Caballeros; todas ellas de época medieval. En el centro
se halla la torre del Homenaje; la sala de los Caballeros está a Poniente y
el torreón de las dependencias se proyecta hacia Mediodía.
La torre del Homenaje es musulmana, probablemente construida
entre los siglos IX y X. Su planta es cuadrada; presenta fábrica de mampostería
dispuesta al modo «opus spicatum» encadenada con sillares en las aristas. La
torre, último refugio de los templarios, tiene la puerta de ingreso en alto
y hay datos que atestiguan que tuvo dos ventanas ajimezadas en los lados.
La capilla está orientada de Este a Oeste; su ábside,
proyectado hacia el acantilado, hace función de torreón. Fue construida en el
siglo XII por los templarios y presenta gran cantidad de elementos románicos
con alguna influencia gótica. Su cabecera está al interior, semicircular y cubierta
con cuarto de esfera; en el centro del ábside se abre una gran trampilla en
el suelo, por donde se desciende hasta un subterráneo de gran longitud que tenía
tres salidas. Al exterior, el ábside es poligonal; la puerta de ingreso del
lateral Sur
adorna sus dovelas con relieves de temática goda y su puerta principal alberga
un sencillo crismón en una de las molduras, que estuvo decorada con elementos
vegetales.
La sala de los Caballeros es el edificio que produce
mayor impresión de tosquedad de todo el conjunto. Todo parece indicar que se
levantó sobre los cimientos de una construcción anterior. Su planta es un gran
rectángulo de treinta y cinco por doce metros. La nave, cubierta con bóveda
de cañón apuntado, causa una impresión castrense por su desnudez y capacidad.
Albergada en el grosor del muro, bajo una gran hornacina que forma una corta
bóveda de cañón, se abre la boca del pozo que da al aljibe; un canal en el interior
del edificio baja desde el techo a través del muro, recogiendo así el agua de
lluvia. Utilizada de sala capitular y refectorio, fue desde el siglo XVII muy
modificada para su utilización como cuartel, abriéndose numerosos huecos para
ventanas. Este edificio se ha restaurado modernamente devolviéndole parte de
su esplendor.
El módulo de los dormitorios fue construido por los
templarios sobre basamentos anteriores y servía como alojamiento a los monjes
caballeros. Se estructuraba en dos plantas y sótano, del cual parte un subterráneo
que, según la tradición, tenía su salida junto al río Cinca.
Las cárceles de la Encomienda es un edificio de planta
trapezoidal construido en el siglo XII que servía como prisión política durante
la dominación del Temple. Posee dos plantas y una terraza; en la actualidad
se accede hasta allí a través del cuerpo de guardia adosado al edificio en la
última remodelación militar. Se conoce también como Torre de Jaime I, por la
creencia popular de que fue aposento del rey durante su niñez.
El acceso a la fortaleza se hace por una prolongada
rampa, flanqueada por muros y garitones de vigilancia, que termina en un puente
levadizo sobre foso artificial. El primer edificio castrense que se encuentra,
son las caballerizas; denominación actual que responde a la utilización como
tal durante la permanencia de las distintas guarniciones militares; aunque a
lo largo de la historia ha tenido diferentes usos: almacén de armas, calabozo
y refugio (en la Guerra Civil española de 1936).
* De la obra de Aurelio Cabañas Boyano "Aragón una tierra de Castillos"