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Rodellar: el Barranco de Mascún
Excursión
a Otín
Poco nos costará cruzar Rodellar hasta el barrio de Honguera, donde encontraremos
la senda, de suelo de piedra, que suavemente nos hará subir para ofrecernos
una panorámica del barranco, con el pueblo a nuestra espalda y Peña Cuervo a
la izquierda. La senda comienza a descender serpenteando, haciéndose más rápida
la aproximación al río, que nos espera abajo. Deberemos cruzarlo, pasando a
su orilla derecha, para así poder llegar enseguida a la "Surgencia", en donde
veremos manar el río desde las oquedades de una pared rocosa, próximo a los
Ventanales. Estos últimos, son unos caprichos de la naturaleza que la
erosión ha confeccionado en lo alto de las paredes. Son auténticas ventanas
con imágenes que asemejan formas muy curiosas; tal es el caso del delfín.
Antes de proseguir el camino, es prudente aprovisionarse
de agua, puesto que en adelante el río podría hallarse seco. Siguiendo
y dejando a nuestra izquierda el camino de Andrebot, llegaremos a un espacio
abierto; es La Ciudadela, con la típica y desafiante Aguja ó Cuca de Bellosta.
Un poco antes, a la izquierda, estará el camino de la Costera que nos
conducirá a Otín a través de Torre de Santiago y collado del Quejigar.
También podríamos llegar por el cauce del río, sorteando badinas y viendo otras
caprichosas formas, como `la Pipa o Zapato', el Caos ó Fuente del Onso, y el
`Beso' (un puente natural de roca). Un poco después y a la izquierda, tomaremos
el Camino de Turmo, que nos ofrece además de unas bellas vistas, una pendiente
algo pronunciada, que una vez superada, lleva a Otín.
El acceso al camino de Turmo, ya no es tan factible
en Invierno (desde el Zapato para arriba, hay agua) por lo que esta ruta solo
es recomendable en Verano. Dicho pueblo está abandonado, pero hay un Bar, donde
podremos comer. También dispone en las afueras, de una fuente, de la que parte
una senda que conduce al Saltador de Lañas, que en los meses de Invierno,
en los que hay más agua, muestra unos espléndidos saltos.
Desde Rodellar a Otín (por la costera) invertiremos
algo más de 2 horas. Por el Camino de Turmo, durará
unas dos horas y media.
Excursión a Nasarre
Otra excursión que puede hacerse, es a Nasarre. Para ello, partiremos de Rodellar;
por la misma ruta, hacia la Surgencia y luego tomaremos el camino de la izquierda
(Andrebot) -que tiene una fuerte pendiente-, hasta encontrar la Cueva del mismo
nombre (a la derecha); es una cavidad de unos 30 mts. de anchura por 70 de largura
a la que se puede llegar a expensas de un fuerte repecho. Dejando esto atrás,
se llega a los campos de Seral; encrucijada de caminos, en el que se debe de
tomar el de la derecha; cruzando gargantas (es una pista mala) se llega a Losa
Mora (dolmen a la derecha del camino). Poco después nuevamente estaremos ante
otro cruce de camino y senda; aquí se coge el de la derecha, para llegar
a la Pardina de Villanúa, en el camino Nasarre-Otín, que es un gran caserón
(hay un pozo con agua en la cocina). Seguiremos la pista por la izquierda, para
una vez avistada la fuente (única de la zona), llegar a Nasarre.
El tiempo invertido, desde Rodellar a Nasarre por la
Pardina, es de unas dos horas y media. Procede hacer provisión de agua, pues
el camino ya se ha dicho que no es cómodo y solamente hay agua en la Fuente
de Nasarre (se llega por una escalera de piedra).
Excursión a Cheto
Una
excursión corta pero interesante es la de Cheto. Para ello se debe partir igualmente
desde Rodellar, tomando una senda que hay en la proximidad del Bar de Florentino.
Sin apenas esfuerzo y por un camino entre tapias de piedra, estaremos en un
cuarto de hora en el barrio de Cheto. Si continuamos adelante, deberemos tomar
el desvío de la izquierda hasta encontrar el camino principal, que nos acerca
a la Ermita de la Virgen del Castillo y que seguiremos por la derecha cruzando
el barranco de Fornocal (horno de cal) para ver ya en seguida la ermita y las
estupendas vistas de los Ventanales. Hay una fuente muy bién cuidada (Fuente
de Fonciachas) a unos 10 minutos de aquí. Pasado el Barranco de la Virgen, seguiremos
ladera arriba hasta la ermita, que no es más que un muro con un arco de medio
punto. El total de la excursión (Cheto + Ermita), no llega a la hora.