Añisclo,
un cañón del Pirineo
Es el más bravío, agreste y quizá
el más bello de los valles del Pirineo. Parece un lugar encantado,
trabajado por el gigantesco esfuerzo de las aguas del rio Bellós.
Desde Escalona la carretera de Añisclo
discurre junto al cauce del río Bellós. A la derecha está el desvío
de Puértolas; siguiendolo se llega a Puyarruego (de Puy Rúbeo
que significa "tozal rojo"), aldea que está en una colina
y que tiene fama por las aguas medicinales que tonifican los bronquios
y epidermis (brotan en una fuente termal de no fácil acceso, junto
al río).
Por el lado izquierdo, el río recibe
el Barranco de Arriel, que viene desde la Forqueta y Tabacoy (división
de Añisclo y Escuaín). El Tozal de Gallinero bordea esta aldea a
1.057 m. de altura. La carretera se retuerce en los murallones de
Bramapán (a la izquierda) y La Minguasa (a la derecha) atravesando
el congosto de Las Cambras por una estrecha cornisa abierta en la
roca.
Las paredes del desfiladero están
muy próximas, dejando ver únicamente una franja del cielo.
El río, se estrecha y disloca, saltando por encima de enormes pedruscos
que obturan su cauce. Agarradas a la rocas, hay té, siemprevivas
y matas de póleo que huelen a menta.
Cerca esta el Forato de Arpio, con
el umbral de la cueva, dejando puerta y ventanuco bajo. Indicando
tierra de lobos están la Cueva Lobrica y Cueva Lobrera; también
la Cueva del Rector.
El río prosigue encajonado, como canalizado,
hasta que el cañón se abre y el paisaje se hace serrano, con matorrales
y áridos baldíos. El desfiladero de Las Cambras, termina en el Puente
de San Úrbez, que indica la proximidad del Cañón de Añisclo. Parece
milagrosamente colgado en la pared del precipicio por sendos estribos.
Hoy está doblado por una nueva pasarela, montada sobre hormigón.
Ya se ven los paredones del Tozal de San Miguel y el de la Peña
Sestrales, pórtico del Valle de Añisclo.
Se produde aquí la unión del Bellós
con el río Aso, en el paraje Ereta de Biés, cerca de Molino de Aso.
Próxima está la Espelunca Mayor, una gran gruta con umbral de 40
m. de ancho por 12 m. de alto, y la conocida como Cueva de las Moras
(30 x 5 m.) con 150 m. de galerías tras su amplio vestíbulo. Está
última tiene su leyenda y todo, que habla de seres crueles y bellos,
que habitaban allí; y de sus materializaciones para la noche de
San Juán. Estas creencias todavía persisten en algunos lugares.
El límite de la carretera está junto
a la Cueva de San Úrbez, una pequeña abertura al pié del Sestrales.
En el rellano que la antecede, hay una imagen de la Virgen de Lourdes.
La gruta está cerrada por muretes de mampostería; el techo es roca
y el interior se compone de cuatro huecos naturales, comunicados
por un corredor de unos 12 m., más largos que altos, que obliga
a pasarlos encorvado. En una hormacina, está la imagen de San Úrbez
y a lo largo del corredor, un banco tallado en la roca, al que al
atarceder llega puntualmente el Sol.
Cuentan que San Úrbez eligió este
sitio para guardar sus rebaños, que la humedad del lugar, son fruto
de las lágrimas que derramó este santo.
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Se conservan infinidad de senderos
de las múltiples romerías que terminaban aquí.
La grieta de Añisclo, tiene unos 30
Km. de largo y es recorrida por el río, desde su nacimiento en los
neveros del Soum de Ramond, de la Sierra de la Custodia, de las
Tres Marías y de las Pacas. La belleza salvaje es sorprendente.
Las cascadas están a la vuelta del camino y las maravillas van desfilando
ante los ojos del visitante. La pista acaba en el Bellós, junto
a los estribos de hormigón de una pasarela; en adelante hay que
andar y el bosque, se espesa, la luz llega filtrada por la vegetación,
todo es húmedo y hay muchos hongos y helechos, árboles y más árboles,
ardillas, rastros de jabalíes y apenas una cinta de cielo alguna
vez.
El río Bellós, penetra en los congostos
formados por los cortados paredones de la Loma de los Sestrales
(alturas para la Alta y la Baja, de los 2.000 m.), Vassones (2.130
m.) y los Flaixins (2.092 m.) en el lado derecho; a la izquierda:
Punta Crespena (1.949 m.), Mondoto (1.962 m.), La Estiva (2.003
m.), Las Arenas (1.997 m.) y la Sierra de la Custodia que limita
con el Valle de Ordesa. El río ha labrado cantidad de formas fantásticas,
cuevas profundas, grandes tajos, bellísimas cascadas, etc., ....
El torrente de la Forqueta, desciende
del Corral de las Vacas, de forma rápida y estrepitosa. En otro
paraje, en la rinconada de la Ripareta, el barrranco de la Pardina
vierte sus aguas frías, recogidas detrás del Pueyo de Mondicieto
(centinela del camino de Ordesa -2.382 m.-), al Bellós.
Se le llama Estrecho, al trayecto
del Bellós desde Punta Pardina al Barranco de Capradiza, que viene
desde Sierra Custodia en presencia de Mallo Oscuro. Detrás de este
muro, el Barranco de Arrablo ó de la Fuente Blanca cae en las vertientes
de Soum de Ramond, Torre de Góriz, Morrón de Arrablo y Punta Custodia,
por los que se arroja, en gran cascada al río. Junto a Fuen Blanca
está la Cueva de la Grallera y más arriba, en el circo, cuyos bordes
superiores están coronados por el Collado de Añisclo, -bajo las
tres Sorores-, unos cuantos arroyos se juntan para formar el río
Bellós.
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