Histórico
remate
para el Coso Bajo
Lleva este nombre por la iglesia del
extinguido convento de predicadores, bajo la advocación de su fundador,
Santo Domingo de Guzmán, que promovió también la devoción del Santo
Rosario. Hoy es iglesia parroquial de Santo Domingo y San Martín.
Aqui estuvo, frente a la Puerta de Piedra, el barrio de los cantareros
y alfareros, cuyos hornos mandó trasladar Jaime I (1268) al tozal
de las Mártires, para que no molestaran a los dominicos que habitaban
el primitivo convento, tal vez más cercano a las murallas que el
posterior. Alfonso III les concedió el privilegio de que no se instalaran
mancebías en sus proximidades, ya que "quien evita la ocasión
evita el peligro".
Parece ser que la Puerta Pétrea o Pedrera
estuvo hacia la mitad de la calle de Salvador Canellas; y de allí hacia
abajo, hacia la plaza de Santo Domingo, partía una barbacana que comunicaba
con la torre albarrana situada en la esquina, en la actual casa Lafarga,
que aún alcanzó a dibujar Ramón Acín.
El convento de predicadores se fundó
el 5 de Septiembre de 1255, a iniciativa del Infante don Alfonso,
hijo de Jaime I, en unas casas y huertos situados dentro del muro
de tierra. Con ocasión de las guerras con Castilla Pedro IV ordenó
su demolición (1362), por estar demasiado cerca de las murallas
de piedra, aunque posteriormente volvieron los frailes y procedieron
a su reconstrucción, levantando una iglesia gótica que sería luego
sustituida (1695) por el templo barroco que ha perdurado hasta nosotros.
Obra del arquitecto valenciano fray
Antonio Falcón O. P., es barroca, de planta jesuítica de una sola
nave con capillas laterales comunicadas entre sí por angostos pasadizos.
Los retablos churriguerescos forman un bello conjunto, en el que
destaca especialmente la capilla de Nuestra Señora del Rosario.
En el crucero, lado del Evangelio, se encuentra el que fuera altar
mayor de la iglesia parroquial de San Martín, trasladado aquí al
ser demolida y fusionarse ambas parroquias. Veneradísima y de un
valor artístico singular es la imagen del Cristo del Perdón, que
talló fray Pedro Nolivos, lego dominico, en el siglo XVIII.
En esta
parroquia radica la Archicofradía de la Vera Cruz, organizadora de
las procesiones de Semana Santa desde tiempo inmemorial (ya existía
en 1587).
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En ella han destacado el celo de sus mayordomos, ilustres
oscenses. don Raimundo v don Antonio Vilas, don Ignacio Claver,
don Mateo Estaún, don Vicente Ferrer y don Daniel Calasanz; así
como el que fuera su prior, popular párroco de Santo Domingo y San
Martín, mosen Demetrio Segura, ya fallecido.
La iglesia, que formó parte del antiguo
convento -demolido el año 1836, durante la Desamortización-
se desarrolla en fábrica de ladrillo, con planta jesuítica en cruz
latina de cinco tramos, crucero y presbiterio, provista de capillas
laterales comunicadas entre sí y galerías altas. La planta se cubre
con bóveda cañón y lunetos, y el crucero mediante cúpula sobre pechinas
rematada por linterna. Resulta notable la capilla del Rosario, cruciforme,
construida más tarde, y cubierta por cúpula, bóveda elíptica y lunetos.
El interior de la iglesia se encuentra profusamente decorado a la
manera barroca y configura un conjunto de señalado interés plástico.
Su exterior se halla formado por diferentes elementos de composición
en ladrillo, rematados por un frontón triangular y aletones laterales.
Destaca su pórtico, compuesto por un elemento adintelado, con pilastras
laterales y hornacina superior decorada. En él se cobija el arco
de medio punto del acceso.
En esta plaza confluyen la calle de Perena, el Coso
Bajo y el paseo de Ramón y Cajal. Pertenece a la
parroquia y barrio de Santo Domingo y San Martín.
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