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Juan de Atarés y San Juán de la Peña
( San Voto y San Félix )
La tradición, sitúa la fundación de este Monasterio, paralela a la historia de Juan de Atarés, personaje que vivió a finales del siglo VII, renunciando a sus abundantes bienes y retirándose a hacer vida monástica, en la cueva del monte Pano. Es allí donde dispuso una cruz de madera ante la que oraba. Un buen dia, fue sorprendido por un caballero lujosamente vestido (que no era sino el Diablo), que lo sacó de la cueva. Aquél, dando tajos al aire y a las rocas, hizo aparecer un palacio majestuoso, que le ofreció a Juán de Atarés si se ponía a su servicio. Atarés empezó a rezar el Padrenuestro, con lo que Satanás desapareció, quedando en su lugar un Angel, que le aconsejó trasladarse a otra cueva del monte Oroel. Allí erigió un altar que dedicó a San Juán Bautista.
Voto y Félix, eran cristianos de buena familia zaragozana, perseguidos por la morisma. Voto, salió un día, 
de caza hacia el monte Pano, cerca de Jaca. Allí, persiguiendo un ciervo, en las cercanías de un acantilado donde había una gran cueva, su caballo pisó la maleza que ocultaba el abismo y a punto estuvieron de caer, cuando invocando a San Juán Bautista, el caballo se detuvo en el mismo borde; donde hoy se ven las huellas de los cascos en la roca. Voto, bajó trabajosamente por una senda a la cueva, donde encontró una fuente y una ermita ante cuya puerta estaba un cuerpo sin vida, apoyado en una piedra que tenía escrito en ella que ese, era Juán, fundador de la capilla dedicada a San Juán Bautista. Voto dió cristiana sepultura al difunto y volvió a Zaragoza. De inmediato su hermano y él, dieron todo a los pobres, para regresar a la cueva, donde sufrieron tentaciones sin fin por demonios, hasta llegar a la santidad; pronto les acudieron discípulos y acataron la regla benedictina. En el año 754 murieron Voto y Félix, en ese momento bajó una intensa luz sobre sus cuerpos que certificaría su merecida santidad.
* Manuel Tomé
Artículos
Literarios del Altoaragón (Huesca, España)
