Las obras de ingeniería no siempre ofrecen soluciones asumibles por la arquitectura, prefiriendo muchas veces resolver sus programas funcionales sin recurrir a planteamientos plásticos que puedan significar una adscripción a una determinada tendencia de estilo.
      Sin embargo, hay casos como el de este esmerado puente sobre el río Isuela, proyectado por el ingeniero de caminos Emilio Monterde, que, pese a lo reducido de su traza, supone una aportación indudable a la arquitectura de la ciudad desde la ingeniería.
      Se trata de un puente fabricado en hormigón aturado, de veinticinco metros de luz y siete de calzada, articulado en sus apoyos, que supone un ejemplo precursor en la ingeniería de su tiempo. Su estructura, formada por dos piezas parabólicas arriostradas entre sí que soportan el tablero suspendido, actúa como un elemento en arco que refleja con claridad el diagrama de momentos flectores de la pieza.
      Es un puente que sustituyó al primitivo romano, y que combinó en su traza la funcionalidad, el renovado concepto de su sistema constructivo y la modernidad de su ornamentación. Perdida la decoración inicial de lirios contrapuestos rehundidos, insertados en los encuentros de los tramos de sus arcos, se mantiene el efecto modernista de sus barandillas de hierro fundido, dispuestas entre bastidores y trabajadas con motivos naturalistas y geométricos.

     



      Hasta la construcción y puesta en marcha, del cinturón de circunvalación de la ciudad de Huesca, este puente ha cumplido como casi obligada puerta de entrada y salida de esta capital, para el tráfico destinado a Sabiñánigo y Pirineo Central.
      Hoy, esta función está muy mermada, por cuanto el tráfico rodado con destino a Zaragoza, evita la ciudad; pero persiste una abundante circulación para la ciudad de Huesca, tanto para lo laboral, como para el ocio. Ahí está el polígono industrial anejo, que en momentos puntuales condiciona afluencia considerable (y hasta congestión); otras veces, son las horas de retorno de la excursión de fin de semana las que traen concurrencia al Puente de San Miguel.
      Esta interesante obra de ingeniería llevada a cabo por D. Emilio Monterde, datada de principios del siglo XX (año 1912). Es por tanto, un puente que va camino de ser centenario .....

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