Se encuentra en la carretera de Huesca a Banariés y es obra construida entre los años 1594-1777. Sus arquitectos fueron: Jerónimo Segura Bocanegra, 1594; Juan Antonio Torres, 1740-1777 y Gabriel Rubio, 1765.
      Documentada desde el siglo XII, la iglesia de Loreto ha sido objeto de sucesivas reconstrucciones desde su primera traza. Dependiente de la abadía de Montearagón y reedificada en 1387 a instancias de papa Clemente VII, será Felipe II quien promueva en Loreto la fundación de un convento de Agustinos Calzados en 1594. El edificio actual, construido por Juan Torres, proviene de 1740 y su fachada herreriana, trazada por Jerónimo Segura Bocanegra, fue concluida por Gabriel Rubio en 1765. Una construcción mixta de sillería y ladrillo, que reserva la labor de piedra para su fachada y estructura perimetral hasta el arranque de las bóvedas, forjando en ladrillo los fustes de los pilares interiores y el resto del edificio. Su traza responde a la tipología de planta-salón, compuesta por tres naves de igual altura cubiertas mediante bóvedas vaídas, salvo la capilla central, cubierta por bóveda de cañón. En su interior destaca su amplia cornisa perimetral moldurada, que acoge el arranque de las bóvedas y sirve de remate a los pilares exentos. A los pies de la iglesia, su fachada principal contiene en su eje el acceso y compone una estructura clásica de dos cuerpos con hornacina central, flanqueada por dobles pilastras resaltadas y culminada por frontón triangular. En el plano de la fachada se alza la torre, rematada por un cuerpo ochavado forjado en ladrillo, sobre la fábrica cuadrada de los tramos inferiores.
     La Virgen de Loreto es una advocación que nace en dicha ciudad italiana en 1292, donde fue milagrosamente trasladada la casa que la Virgen habitó en Nazarel. En realidad, el origen del Loreto oscense es bastante anterior, a pesar de la coincidencia de nombres. La documentación más antigua se remonta a principios del siglo XII pero seguramente el lugar existía desde antes y hay quien relaciona el topónimo con una lengua prerromana, tal vez similar al vasco actuaL Según esto, el nombre de Lorenzo haría referencia a Loreto, aunque luego se latinizase. De esta forma, el actual santuario surge vinculado a San Lorenzo y su familia y será mucho después cuando incorpore la devoción a la Virgen de Loreto. El primer oratorio cristiano pudo surgir poco después de la muerte de San Lorenzo, aunque la primera noticia segura es de 1102, cuando se estipula su dependencia del abadiado de Montearagón, edificio con el que la catedral está alineado visualmente.
      En 1240, se funda la primera cofradía en honor al mártir oscense y se establece la romería del 1 de Mayo. También sabemos de su reconstrucción a finales del siglo XIII y de una nueva consagración en 1500. El actual templo de formas neoclásicas fue inaugurado con gran pompa en 1777, cuando dependía de los agustinos. Otra romería famosa es la de los "siete lugares" (Cuarte, Banariés, Huemos, Alerre, Chimillas, Banastas y Yéqueda), el segundo domingo de Mayo.

      Referente a San Orencio, las distintas tradiciones hagiográficas son confusas respecto al obispo de Auch (Francia). La oscense lo sitúa en época hispano-romana, como hermano gemelo de Lorenzo. La francesa, por otro lado, lo relaciona con diversos hechos del siglo V, como son su evangelización en la comarca francesa de Bigorre y su mediación ante los vándalos para evitar el saqueo de Auch.
      San Orencio y Santa Paciencia, los padres de San Orencio y San Lorenzo, según la creencia más aceptada, fueron un matrimonio de nobles labradores que vivían aquí en Loreto, seguramente una alquería, a mediados del siglo III. Un amontonamiento de piedras y un monumento indica el lugar donde, según esa tradición, Paciencia esperaba a los dos gemelos a la vuelta de la escuela. Cuando Orencio enviudó, acompañó a su hijo homónimo a tierras francesa, hasta el nombramiento de éste como obispo de Auch. Entonces volvió a Huesca.

      Durante la guerra de 1936, el santuario se convirtió en cuartel de milicianos, quienes lo denominaron Castillo Errico Malatesta, en recuerdo del célebre anarquista italiano que extendió sus ideas revolucionarias por toda Europa, e incluso América, durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX.
      San Lorenzo, Patrón de Huesca y titular de la basílica parroquial de estilo barroco aragonés, fue diácono del papa San Sixto II y murió ejecutado por los romanos pocos días después del pontífice, en el año 258, durante la persecución de Valeriano, al negarse a entregar los bienes y archivos de la comunidad cristiana. La leyenda lo asocia al martirio de ser asado vivo en la parrilla, pese a que los edictos romanos ordenaban una muerte rápida.
      El día en que tuvo lugar la célebre batalla de San Quintín, un 10 de Agosto de 1557, coincidió con la festividad de San Lorenzo. De ahí que para conmemorar la victoria obtenida por Felipe II sobre los franceses se decidiese levantar el magnifico monasterio de "El Escorial", bajo la advocación de este Santo. Recientemente, algunos autores. basándose en fuentes escritas oscenses del siglo XVII, apuntan la idea de que Huesca, ciudad natal de San Lorenzo, pudo ser una de las opciones que se barajaron en su día, además de Madrid, para edificar El Escorial.

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